1. Ayudar no es una opción

Axel

No sabía qué era lo que estaba mal con Mia exactamente, pero ahora mismo me alegraba no haberle hablado en todos estos años. Sí, sabía que ella estaba enfadada conmigo por lo que había pasado con Juan Pablo,  pero esa no era razón para recordármelo cada que pudiese y hacerme sentir mal. El recuerdo me invadía y odiaba esa sensación. Lo que había pasado con Juan Pablo pasó por defenderla y ella simplemente decidió no volver a hablarme. Lo cual, a mí parecer, no era justo. Y es que, ¿qué clase de hermano trata de quitarte tus poderes, para tenerlos aunque fuera solo un día? Había tratado de defender a Mia, pero ella no lo vio de esa manera. 

Lo único que estaba claro era que no iba a ayudar a Mia, a pesar de ver a la chica de mis sueños en la vida real, aunque estuviera desesperado, contactar a Mia, sería, literalmente, i perdición. No podía permitir eso.  No la iba a ayudar.