Capítulo 3

—Tú no puedes terminar conmigo, Daniel —dijo Matilda, mientras lo miraba fijamente. Daniel suspiró con desánimo al escucharla, sabía que iba a ser difícil. Pero no tanto.
—Matilda, créeme que no quiero hacer esto. No quiero lastimarte, pero tampoco quiero mentirte, si seguimos juntos lo único que vas a lograr es que te mienta diciéndote que te quiero.

Matilda lo miró dolida. De verdad estaba pasando, Daniel estaba terminando con ella.

—¿Quién es? —Preguntó con la cabeza agachada, logrando que Daniel la mirara confundido.
—¿De qué hablas? —Dijo él, y Matilda rodó los ojos.
—Es por la chica nueva, ¿verdad? La que vive frente a tu casa... —Daniel apretó la mandíbula.
—No es por ella. Es por mí.

Segundos después, se levantó de la cama y caminó hasta la puerta.

—Hazte un favor, y conoce a alguien nuevo. Te vendrá bien —dijo él, logrando que ella derramara algunas lágrimas.
—Dile a ella que se cuide la espalda —dijo en un susurro. Daniel no la escuchó.

Ella le había quitado a Daniel, ella era quien iba a sufrir las consecuencias.

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