Capítulo 4

Grachi estaba caminando junto a Mecha un mes después, en su escuela. No había hablado con Daniel desde hacía bastante y tampoco se había topado con Matilda, quien solo la miraba mal y juraba con hacerla pagar. Aunque Grachi no entendía qué era lo que debía pagarle exactamente.

—¡Grachi! —Tuvo que voltear al escuchar a Daniel detrás de ella, y no pudo evitar sonreír como estúpida. Al instante se reclamó a sí misma por eso.
—Deja de sonreír así, das miedo —dijo Mecha con una risa, Grachi enrojeció de pies a cabeza, sobre todo cuando vio a Daniel acercarse.

Matilda, que iba pasando por ahí, los vio y no pudo evitar sentir su corazón quebrarse un poco. Ella quería a Daniel, y verlo sonreírle a otra chica, le dolía, a pesar de todo.

—Hola —dijo Daniel al estar frente a Grachi, todavía con una sonrisa. Ella volvió a sonreír.
—Hola —dijo ella y entonces Mecha rió en voz baja al ver a su mejor amiga, quien no dejaba de ver al chico como si fuera una especie de héroe.

Pero entonces, Matilda se enojó y bastante.

Ya había dicho que Grachi iba a pagarlo y no iba a descansar hasta ver que ella y Daniel no estuvieran juntos.


—París, Roma y Europa, que Grachi no pueda abrir la boca —Matilda estaba tan enojada, que ni siquiera pudo concentrarse del todo al hacer el conjuro, por lo que nada le pasó, ni a Grachi ni a Daniel.

Los dos últimos siguieron hablando como si nada estuviera pasando y después, comenzaron a caminar juntos, acompañados de Mecha. Matilda no pudo evitar mirarlos con rabia.

Si ella no tenía a Daniel, nadie tampoco y mucho menos una nueva, como Grachi.

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